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21. Estar siendo

El reloj del cuarto que le alquilamos a Simone y el tano en Churchill, Richmond, está clavado en las 6.31. La luz que entra por la ventana es azul. La cortina es, también, azul. Tenemos una cama apretada y dura, un sillón oscuro, un escritorio, una estantería, una silla. Compramos un velador para poder leer cuando se hace muy de noche y la luz del techo ya no alcanza.


Los domingos los landlors van a la iglesia. La llaman non denominationa church: iglesia sin nominación. Se consideran a sí mismos casuales, contemporáneos, divertidos, bíblicos, orientados a la familia y enfocados en Cristo. Cantan, comen juntos, escuchan el sermón de los pastores. Ayer nos llevaron a pasear por un barrio hipster de Richmond. Compré 4 fotografías viejas en una tienda de antigüedades y una camisa usada en otra. A las 5.47 de la tarde ellos tres comieron pizza y yo un cupcake vegano. Llovía.


Normalmente en esta época en Richmond hacen entre 25 y 30ºC. Desde que llegamos hacen entre 12 y 18ºC. Vinimos porque entré en una Residencia para Artistas Visuales que dura un mes. Somos 8 y soy la única extranjera que tiene más de 30. Somos todos bichos raros. Me paso el día encerrada en el cuarto de impresión de la universidad. Tengo varias impresoras profesionales, un scanner de negativos y un pizarrón gigante solo para mí. Estoy construyendo una versión de mi álbum familiar que voy a exhibir como una instalación al final de la Residencia.


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Anoche vimos un documental sobre un pianista y compositor clásico, Seymur Bernstein. Para él la música es lo que le permite ser él mismo. Explica como llegado un momento de su vida, cerca de sus 50 años, él y la música se fusionaron en uno y desde entonces se sintió pleno.


En uno de los libros que leí sobre los chackras la autora hablaba de la importancia de seguir la intuición. Antes no lo había pensado, pero siempre trato de hacerme caso en esos impulsos que me vienen no se muy bien de dónde. Ahora mi intuición es tan obvia como la de un gato salvaje. Se volvió un peso físico, como si llevara insertado un objeto espumoso explotando a cada rato en el pecho: estoy siendo.




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